5 razones por las que me encanta vender

Me encanta vender. ¿Sabías que toda la vida estamos vendiendo?

Sí, inconscientemente o sin darte cuenta lo estás haciendo.

Vendes tu propia persona cuando enamoras a alguien, vendes tu currículum cuando buscas trabajo, vendes tu conversación para que otros te escuchen, en mi caso cuando imparto formación comercial, vendes la idea de ir al cine a tu pareja o a tus hijos, vendes a tu jefe un proyecto, vendes, vendes, vendes.

Ahora bien, si ese “tipo de venta” te resulta estimulante y satisfactoria…

 

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¿Por qué vender de puerta en puerta, a otras empresas o incluso a prospectos ya interesados debería paralizarte?

¿Por qué no levantar el teléfono una y otra vez para contactar con nuevos prospectos o clientes actuales para preguntarles si necesitan de nuevo este o aquel producto?

¿Por qué sentirte inseguro(a) aun cuando te has formado y entrenado previamente?

 

La respuesta: Piensas que vender así es sucio y no es para tí. Además te acojona el rechazo del cliente. 

Consecuencia:  No disfrutas del proceso.

 

¿Qué proceso?

 

Me encanta vender. Disfrutar con las personas (clientes) aunque te digan que no, es normal. Tu también lo haces.

Disfrutar de lo que haces y reírte de tus propios errores. Disfrutar del trabajo y la vida.

OJO! Disfrutar del rechazo. Claro que sí…. No pasa nada, estamos en un negocio de mas NOes que Sies.

Por supuesto, cerrar la venta, ganar comisiones y ser un vendedor de alto rendimiento es importante, pero si sólo piensas en términos monetarios, nunca estarás relajado, te sentirás inseguro y siempre “harás sentir presionados” a tus clientes potenciales.

La clave para relajarte y ganar seguridad es pensar siempre mucho más en el cliente y en lo que necesita, que en cerrar la venta sea como sea. Sólo así te sentirás sin presiones y tu prospecto también.

Cuando el cliente percibe ésto, “baja sus defensas” y tus posibilidades de vender o mejor dicho de que con tu ayuda, SE VENDA SÓLO, aumentan considerablemente.

Además recuerda, NO hay sobre la faz de la tierra, un vendedor que se jacte de haber nacido vendiendo productos como pan caliente de la noche a la mañana y mucho menos sin haber fallado alguna vez.

 

El vendedor no nace, SE HACE.

¿Y cómo se logra esto? A través de este proceso:

 

1. Aprende a vender conscientemente, consume contenidos que te ayuden a potenciar tus habilidades. En esto yo te puedo ayudar, suscríbete a mis contenidos que envío regularmente en exclusiva y gratuitos a mis suscriptores. ?  AQUÍ.
2. Pon en práctica las estrategias aprendidas. Pero ten en cuenta que el mejor vendedor es el que no parece estar vendiendo. 
3. Aprende de tus errores. Equivocarse es humano y tú como vendedor no eres la excepción. De hecho, es diez veces más útil cometer errores involuntarios que no hacerlo, si no ¿de qué manera ganarás más clientes si No sabes lo que no funciona?

 

Haz tuyo el proceso desde la apertura con el cliente hasta cerrar la venta, es un proceso que poco a poco irá pasando de ser consciente a ser un hábito inconsciente. Y es justamente en este punto, donde la habilidad para vender fluye naturalmente de ti, es aquí donde tu mayor potencial para cerrar ventas, ganar comisiones, incluso entrenar a otros se desata de manera exponencial.

Como ves es un proceso sencillo, estimulante y satisfactorio. Sin embargo, si eso no es suficiente para ti, quiero animarte y darte 5 razones por las que a mi me encanta vender y no sólo por el beneficio económico sino porque disfruto de TODO EL PROCESO.

 

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LAS 5 + 1 RAZONES

1. Conectar mejor con las personas. Cuando aprendes a vender y a aplicar una mentalidad de orientación total al cliente, estos sienten una conexión inexplicable contigo. En consecuencia, no te perciben como un vendedor molesto sino como alguien que es digno de escuchar en toda su presentación. Este beneficio se hace extenso a tu vida personal; no sólo sabrás comunicarte mejor y lograr que te escuchen, sino que cuanta más experiencia acumules, más conexión lograrás establecer con las personas en prácticamente cualquier parte. Estarás “vendiendo tu personalidad” y ellos la comprarán. «Las personas normales le compran a personas normales».

2. Me ayuda a comprender el perfil de mi cliente ideal u objetivo. A diferencia de un ingeniero que debe resolver muchos problemas de manera única, vender o ser vendedor, es quizás una de las profesiones en las que asimilas técnicas o estrategias una sola vez y después aplicas a decenas o centenas de clientes diferentes. Esto es como “trabajar o comprender a un mismo perfil de cliente” y después mantener los beneficios de por vida. ¿Te imaginas esto? Replicar y replicar

3. Me he hecho más sociable. En la profesión de vendedor, estás en contacto directo y continuo con compañeros de trabajo, jefes, clientes potenciales, etc. Esto es especialmente bueno porque amplía tu círculo de amistades y de contactos profesionales, además si eres de personalidad introvertida, con el tiempo los demás empezarán a notar cambios drásticos en tu persona.
   • Por otro lado, empezarás a comunicarte de forma más eficaz, a recibir invitaciones laborales o de ocio, a adquirir más carisma y hasta influir en otras personas. El ser sociable no sólo incrementa tu rendimiento personal, sino que te hace sentir más reconocido en tu trabajo y más atractivo en tu vida personal.

4. He aumentado mi autoestima. Generalmente, vender es una actividad cuyos resultados se miden en facturación o comisiones. Cuando éstas llegan, te indica que realizaste una presentación prácticamente perfecta, que afrontaste bien las objeciones del cliente y que cerraste la venta. Cuando logras resultados, tu valía personal aumenta, el reconocimiento para ti llega y tu motivación se dispara. La autoestima como es bien sabido en la psicología, es motivo no sólo de felicidad sino de vigor y salud física tan importantes para llevar a cabo tu labor como vendedor.

5. Es un regalo para toda la vida. Esta por sí sola es una razón de mucho peso para que disfrutes vendiendo. ¿Por qué? Si observas a tu alrededor, cualquier artículo, producto, ideología, creencia, etc. se está vendiendo en todo momento. Con circunstancias, medios y dimensiones diferentes pero SIEMPRE hay una venta por medio ¿Y qué? Pues que hay algo muy interesante, si analizas a fondo este párrafo llegarás a la conclusión que la actividad de vendedor es la profesión o al menos una de las profesiones más demandadas ¡del mundo! Un médico, un político, un distribuidor de productos, cualquier tipo de tiendas, agencias, librerías, incluso una religión, NECESITA vender SIEMPRE, sí o sí. No hay opción. Es justo ahí donde entras tú y tus conocimientos. En otras palabras… si tienes la disposición siempre tendrás trabajo. ¡Qué mejor motivador que eso!

 

Ahh y una sexta razón extra, no por eso menos importante:

6. He conseguido un carácter inmune al posible rechazo de mis potenciales clientes. Una de las consecuencias de dedicarte a las ventas es que conforme adquieres autoestima, motivación y un círculo de amistades sano y constructivo, aprendes a interactuar con las personas, adquieres una personalidad asertiva e incluso aprendes a filtrar a quienes no ayudan en nada en tu vida personal y laboral. Estos medios por sí solos, lograrán moldear tu carácter de manera que cuando un cliente diga NO a tu presentación o a tu oferta, lo asimiles de una forma tan neutral, que en lugar de asimilarlo como “fracaso” lo entiendas como un aprendizaje. Esto por supuesto toma un poco de tiempo y no es tan complicado, pero… ¿No vale la pena llegar a ese nivel? ¡Sin duda!

 

Aunque estos motivos por los que me encanta vender no son los únicos, si los considero los más importantes porque todos se enfocan en consolidar una personalidad de éxito, independientemente del resultado. No obstante, si logras incorporarlos a tu persona, el éxito como vendedor, te llegará inevitablemente, aun sin buscarlo.

¡Empieza a vender ya! Y si no sabes… ¡aprende!

 

 

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