Hay momentos y situaciones profesionales en la vida en las que no es suficiente hacer las cosas bien. Hay que hacerlas de manera brillante.
Brillante, no mediocre.
Cuando eres brillante aparecen más y mejores oportunidades.
Reconozco que a pesar de mi ensayo y entrenamiento previo, no estuve brillante en la charla del viernes. No fue mal pero no estuve brillante. Lo sé.
Es cierto que si mido el éxito de la charla según las felicitaciones posteriores en persona y vía redes sociales, y según la conversión de algunos indicadores como…
… el número de contactos nuevos en linkedin, y
… el número de suscriptores nuevos al blog (potenciales clientes),
no está nada mal.
En ambos casos los números son muy buenos.
Pero aún así, uno en su interior sabe perfectamente cuando lo puede hacer mejor. Por eso no hablo de ser negativo y flagelarse hasta que la sangre te salga por los ojos, pero si crítico con uno mismo.
Para ser brillante es imprescindible adoptar una mentalidad de «mejora constante»
Algo parecido sucede cuando estamos vendiendo con clientes. A veces aún obteniendo resultados, uno sabe que lo puede hacer mejor para que entren más ventas pero nos acomodamos rápido.
Y acomodarse es sinónimo de mediocridad.
Si, ya lo sé.
Es muy fácil decirlo…, pero créeme que sé de lo que hablo y si realmente queremos ser brillantes, nuestra actitud se tiene que tornar más crítica (de mejora) para con nosotros mismos si queremos pegar un salto cualitativo y cuantitativo.
La obligación de un excelente comercial es SER BRILLANTE!.
Esta es mi opinión no solicitada de hoy.
Feliz semana!
Un abrazo
Antonio SM
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