Tengo que reconocer que nunca he sido un buen estudiante.
Recuerdo con mucho cariño la época de universidad. Sobre todo cuando salía de clases como estadística, matemáticas y similares.
Asignaturas en las que no siempre hay un – sota, caballo y rey – , claro y sencillo que te ayuden a entender las cosas.
Vaya, que salía de estas clases con los mismos conocimientos con los que había entrado.
– «Pichón, hoy tampoco te has enterado de ná». Me decía a mi mismo.
¿Tendré el coeficiente intelectual de una tortuga?
¿Me sacaron de la placenta antes de tiempo?
¿Sería por no fumar hierba como lo demás?
¿Crecí con el cerebro deshidratado por no beber agua de chico?
…
Al final llegué a dos conclusiones.
– La primera, no me gustaban esas asignaturas, por definición. El tándem asignatura-profesor no estaban en mi misma frecuencia.
Hacía intentos de conexión pero cuando uno no está en la misma frecuencia, pues no está.
– Y la segunda, mi código de aprendizaje es como el de barrio sésamo.
Claro. Así me fue.
Excelentes notas en las asignaturas que me apasionaban y suspensos como catedrales en las que no.
Y toda esta introducción de mi experiencia vital y juvenil para explicar, que esto es exactamente lo que le pasa a algunas personas a la hora de vender.
– Por un lado, no les gusta vender porque en la mayoría de los casos lo hacen por necesidad y/o imposición de la empresa.
Así es difícil estar en la frecuencia de flow adecuada.
– Y por otro lado, a esto se suma que no se les enseña a vender de manera sencilla y fácil. Se enfocan en el producto / servicio, y la presión correspondiente para venderlo, pero no en estrategias y tácticas de venta.
Como por ejemplo…
– Cómo hay que prepararse primero y en qué antes de contactar y visitar a un cliente
– Cómo conectar
– Cómo cerrar
– Qué decir, qué contarle, de qué hablar
– Cómo calibrar su interés
– Cómo sacar toda la información para identificar puntos débiles
– Cómo cerrar de verdad sin trucos de matón desesperao
– Cómo crear un argumentario que venda
– Cómo crear un argumentario que desactive objeciones
– Cómo…
– Cómo…
…
Pues eso.
Puede que tengas definido un paso a paso de cómo vender a través de un método, de una estrategia de ventas…, pero la realidad es que el día a día te come y no la ejecutas. Obteniendo ventas mediocres.
O puede que estés vendiendo mucho pero eres consciente que si tuvieras una estructura, una estrategia y las herramientas adecuadas… podrías mejorar aún más tus resultados.
Para cualquiera de los dos casos, lo mismo te puedo ayudar con un curso que he validado con más de 2.500 profesionales de la venta.
Te enseño… «qué pasos y estructura hay que seguir para vender mejor y más». Y sobre todo cómo ejecutarlos, como ya lo están haciendo mis clientes y yo desde hace años.
Es aquí: Aprende una manera de vender sencilla, aunque no estés aún en la misma frecuencia.
¿El objetivo?
Cumplir sobradamente con tus objetivos de ventas. Este mes. El próximo. Y todos los demás.
Feliz Día
Antonio Sánchez Martí
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