El cliente perfecto ¿existe?

Sí, existe.

Pero ojo, no puedes gustarle a todo el mundo, no todos son tu cliente.

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Si no gustas no vendes. Cierto es.

Pero también es cierto que si te obsesionas por gustarle a todo el mundo en realidad no gustas a nadie.

Y es que resulta que no a todo el mundo le gusta la cerveza, o no todo el mundo prefiere un iphone mega hiper super plus. 

Este es la clave de los grandes, gustar mucho pero sólo a unos pocos.

Hace falta que tu mensaje, tu propuesta, tu verdad, la compren unos poquitos todo el rato.

Hace falta fidelizar a los de verdad, no al universo infinito.

Por eso mejor no gustar a todo el mundo…

Mejor gustar a unos muchos pocos.

Además es agotador querer gustar a todos.

Ya lo dice la ley de pareto, la ley del 80/20.

El 80% de tus resultados provienen sólo del 20% de tus clientes.

El cliente perfecto ¿existe?

¿Con esta reflexión estoy diciendo que no hay que buscar nuevos clientes?

Claro que sí. Siempre hay que estar en modo «nuevo negocio», «nuevos clientes»

Pero busca a los que sabes por experiencia que tu propuesta les va a encajar como un guante. Y para eso hay que aceptar que:

No todo el mundo es tu cliente.

Ni todo el mundo se va a emocionar con tu mensaje.

No todo el mundo querrá pagarte por tu producto si no le duele lo suficiente.

Ni todo el mundo quedará rendido a tus pies, aunque no lo entiendas.

etc.

Por eso es tan importante entender muy bien quién es tu cliente perfecto. No quién es el ideal, no. Quién es tu cliente perfecto.

Ese que te va a estar agradecido para siempre y tú a el por siempre.

Un buen proceso de ventas empieza por aquí, saber quien es tu cliente perfecto. Te evitará muchas frustraciones después.

PD: Si necesitas que alguien te guíe en tu proceso comercial para mejorar a tu equipo de ventas, te interesa tener una conversación conmigo antes de que sea tarde

Solicita una llamada.

Ojo, igual no soy para ti o igual si. 

Si no tienes el dolor que yo sé resolver 100%, te diré que no y lo agradecerás.