Hoy empiezo con una historia de «haters». 

Hace unos días, revisando comentarios de uno de mis últimos videos, me encontré con una joya que no puedo dejar pasar.

El comentario dice textualmente así:

 

«Jubílate ya, te lo has ganado. Deja a los jóvenes que están mejor preparados.

Chao, dinosaurio. Aburres a las ovejas. Acude a un logopeda tienes la voz cansada.»

¿Qué te parece?

Es casi poético, ¿no?

Me imagino al autor con una pluma en la mano, inspirándose en su musa interior para lanzar esta obra maestra.

Pero lo que más me llamó la atención fue el uso de la palabra «dinosaurio».

 

¡Dinosaurio! 

Claro, podría haberme ofendido, podría haberme sentido herido.

De hecho, en uno de mis artículos más leídos pongo finos a esos dinosaurios en ventas, «hartos de vivir».

Esos que realmente son un lastre para la empresa, para el equipo, incluso para ellos mismos.

Aquellos que ya solo viven de las rentas y no dejan de dar por culo con sus trofeos pasados llenos de polvo.

 

Pero, déjame darle un giro a esta historia.

Llamarte Dinosaurio en ventas, no es necesariamente algo malo siempre. 

De hecho, puede ser una ventaja estratégica.

 

La Sabiduría del Dinosaurio

Los dinosaurios dominaron la Tierra durante millones de años.

Eran poderosos, sabían cómo adaptarse a su entorno, y lo más importante, sobrevivieron a lo largo de eras enteras de cambios constantes, hasta que fueron arrasados por los meteoritos donde no se salvo ni el vinagrillo.

 

¿No es eso lo que hacemos los vendedores todos los días?

Nos enfrentamos a mercados que cambian rápidamente, a tecnologías emergentes y a competidores que buscan devorarnos en cada esquina.

Pero al igual que los dinosaurios, tenemos algo que otros no tienen: experiencia, adaptabilidad y una resistencia imbatible.

 

Entonces, en lugar de sentirse ofendido por ser llamado «dinosaurio», decide abrazar la metáfora.

Porque en ventas, ser un dinosaurio puede  significar tener una perspectiva única, una que solo se gana con años de experiencia en el campo.

Significa que hemos visto de todo y, lo más importante, hemos aprendido de todo.

 

Píldora de Sabiduría Prehistórica

Ahora, déjame compartir contigo una lección de ventas que he aprendido a lo largo de mis años en el campo de batalla, algo que los «jóvenes preparados» aún no han perfeccionado.

 

En ventas, no basta con conocer el producto o tener un pitch impecable. La verdadera clave está en conectar emocionalmente con tu cliente.

Y para eso, necesitas algo más que datos y argumentos lógicos; necesitas:

empatía, escuchar activamente y, sobre todo, preguntar, para entender las necesidades y deseos profundos de tu cliente.

 

Repito la fórmula para ganar muchos cuartos:

PREGUNTAR + ESCUCHA ACTIVA + EMPATÍA =

 

Los vendedores novatos a menudo subestiman el poder de la conexión emocional.

Creen que con suficientes cifras y gráficos pueden convencer a cualquiera.

Pero la realidad es que las decisiones de compra, son profundamente emocionales.

Los clientes quieren sentirse comprendidos, valorados y seguros de que están tomando la decisión correcta. Y ahí es donde los «dinosaurios» como tú y yo brillamos.

Hemos pasado años perfeccionando esta habilidad.

Sabemos cuándo hacer la pregunta correcta, cuándo mantenernos en silencio y cuándo ofrecer una solución que resuene a nivel personal con el cliente.

Esta es la verdadera esencia de las ventas, y es una habilidad que no se puede aprender en un curso rápido o en un tutorial de YouTube.

 

Únete a la Manada

Entonces, si alguna vez has sentido que eres un «dinosaurio» en este mundo de ventas que parece cambiar cada día, no estás solo. Y déjame decirte, ¡estás en buena compañía!

He creado un grupo de WhatsApp exclusivo para vendedores como tú y yo, donde compartimos estrategias, nos apoyamos mutuamente y, lo más importante, seguimos aprendiendo y creciendo juntos.

Este es un espacio donde la experiencia se valora, donde puedes encontrar a otros «dinosaurios» que entienden lo que realmente significa vender con éxito en un mundo tan competitivo.

Haz clic en el enlace de abajo y únete a nuestra manada. Porque al final del día, en ventas, los dinosaurios no solo sobreviven… ¡dominan!

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