Si estás leyendo esto es porque quieres saber cómo cerrar más ventas. 

Y yo voy a contarte como yo mismo cierro mis ventas. 

Para ello voy a darte un consejo, completamente basado en la experiencia y en una obsesión personal, que lo mismo no te gusta.

O lo mismo sí, no lo sé.

Es un poco raro y hay opiniones muy dispares.

[Tiempo de lectura: 1.30 min]

 

Verás.

Si hay algo en lo que me obsesiono en un cierre de ventas es en no vender.

Hay quien prefiere ir como un francotirador para sacar la venta de la forma más rápida y directa posible.

«Ponme a uno delante. Le apunto. Le vendo. Si cae, genial. Si no, ponme a otro »

Bien por ellos, si es que les funciona, pero ese no es mi camino.

No aburro.

No incomodo.

Y, sobre todo, no presiono.

Si eso es la venta para ellos, entonces yo no vendo.

Porque ¿sabes cuál es el mensaje que estás transmitiendo cuando actúas así?

Que estás tan desesperado por conseguir la venta que ni siquiera te importa quién se te cruce por delante. Y ya sabes, si pareces hambriento pasarás hambre.

¿Y qué hacen los pobres clientes? Escabullirse. Zafarse. Huir de ti como de la peste.

De todo, menos comprar.

Miento: ventas van a caer, claro, pero es muy difícil que repitan. Especialmente si encuentran por ahí a otro comercial que los trata con respeto y deferencia.

Por eso yo no vendo. Yo asesoro.

Me dejo la piel en comprender el producto y a mi cliente. Solo así podré ver claramente qué necesita ese cliente y cómo encajo lo que vendo en su vida

Es así de sencillo.

Primero, le demuestro que entiendo su necesidad, dolor o deseo, lo que actualmente están experimentando.

Después, y solo después, le explico la solución que mejor resuelve su problema.

Esa es mi obsesión.

Darle la chapa al cliente con beneficios y características, no.

Las técnicas de cierre supuestamente infalibles, tampoco.

El “aquí te pillo y aquí te mato”, mucho menos.

Lo importante es que tu cliente sienta que tu producto es la solución que más le conviene de una forma tan clara que ni siquiera necesites vender, porque será él quien tenga ganas de comprar.

Así se cierran ventas. Así sí.

Para muestra, un botón.

Ayer tarde, un suscriptor que se dedica a la comercialización de maquinaria para el sector hortofrutícola me decía textualmente

«Antonio, le has puesto palabras a mi problema que, como has podido comprobar, ni yo mismo he sabido explicarme. Y es justo lo que siento y necesito.»

Ese es el resultado que tienes que perseguir. Justo ese.

Con este artículo, ya tienes una buena base para empezar a cambiar tu mentalidad a la hora de preparar y cerrar tus ventas.

Aunque ya te lo advertí al principio: este es un consejo completamente basado en la experiencia y en una obsesión personal.

Lo mismo te interesa, lo mismo no.

Pero si tú también eres de los que piensa que es mucho mejor que un cliente tenga unas enormes ganas de comprarte, en lugar de vivir desesperado por vender a cualquiera que se te cruce por delante, apúntate a mi lista y recibe cada día consejos para vender más. 

Es aquí: http://antoniosanchez.es/