Hace unos días me decía un buen amigo:
– Antonio, con lo difícil que es vender y ahí sigues, – dale que te pego –
– Yo trabajé de comercial hace unos años y duré dos días, no pude soportar el rechazo de los clientes. A veces me hacían sentir tan mal que mi autoestima estaba por los suelos. Finalmente tuve que dejar el trabajo.