Una de las cosas que enseño primero en mis talleres de formación comercial, es que el principal enemigo del comercial no está ahí fuera, no es la competencia o un cliente inaccesible, sino un enemigo interno, nosotros mismos.
Nuestros propios diálogos internos negativos nos sabotean, nos presionan hasta tal punto que pueden llegar a paralizarnos.
Por eso es tan importante superar esta situación de presión por vender cuanto antes.