Es cierto, estamos atravesando unos años muy complicados. Hay menos alegría a la hora de gastar dinero y eso ocasiona no sólo un descenso en la facturación, sino lo que es peor para mí, una crisis de actitud. Por eso, lo mejor que puedes hacer es dejar de quejarte y poner el foco en como mejorar las ventas de tu negocio.