Qué tal estás.
Una vez más te quiero hablar de «emociones», pero de EMOCIONES con mayúsculas. Y para eso tengo que hablar y dedicar este post a una persona muy emocional y muy buen amigo al que quiero tela. Víctor Rodríguez.
Qué tal estás.
Una vez más te quiero hablar de «emociones», pero de EMOCIONES con mayúsculas. Y para eso tengo que hablar y dedicar este post a una persona muy emocional y muy buen amigo al que quiero tela. Víctor Rodríguez.
Las personas que nos dedicamos a las ventas a veces nos encontramos con gente difícil o huidiza.
En esos momentos pensamos hacia nuestros adentros… “Menudo hueso, a este, imposible venderle nada”.
Pero ¿por qué tirar la toalla antes de empezar?, ¿qué sentido tiene sabotearnos a nosotros mismos, si ya estamos allí y hemos conseguido quedar con él?
Hoy en día, cualquier persona o empresa, estamos acostumbrados a realizar y recibir visitas de vendedores, comerciales, empresarios, emprendedores o colaboradores. Sin embargo, seguro que habrás notado como no siempre las personas que has recibido te han dado una buena impresión. Quizá no sabes explicar exactamente por qué sucede eso pero suele pasar.
¿Te dedicas a la venta pero todavía no sabes cómo perder el miedo a vender?
¿Te cuesta trabajo enfrentarte a clientes que no te conocen?
¿Te produce ansiedad, sólo la posibilidad de pensar que el cliente te pueda asociar a una persona fracasada que no tiene otra que dedicarse a la venta?
El proceso de compra en las ventas no es un simple intercambio de bienes o servicios, está fuertemente influenciado por factores que determinan la predisposición de una persona a adquirir algo que en muchas ocasiones no necesita, al menos no de forma inmediata.
Las emociones son un aliado clave para el vendedor, saber despertarlas en nuestro cliente y lograr que éstas desencadenen una venta es crucial. Donde se pongan las emociones, que se quite la razón y los prejuicios.
¿No?. Pues te recomiendo de forma encarecida que lo crees ya!
Nunca, nunca, vas a gustar a todo el mundo, no le des más vueltas. No puedes vender a todos.
Por eso cuanto antes tomes conciencia, antes te ayudarás a ti mismo a relajarte y a darle la importancia que tiene, la justa.
Alguna vez has escuchado ¡…el dinero está en la calle!
Seguro que en alguna ocasión lo habrás escuchado de tu jefe de ventas o de algún compañero.
¿Alguna vez “etiquetaste” a alguien por su aspecto y quedaste perplejo al momento de tratarlo? Si eres sincero y haces memoria, llegarás a la inevitable conclusión de que si, lo pre-juzgaste.
¿Y qué tiene que ver esto con tu profesión de vendedor?
A veces ni nosotros mismos, los que nos dedicamos a la venta, nos damos cuenta de lo chulo y molón que es dedicarse a esta profesión de vendedor. En los training que realizo con empresas, me encuentro a personas y no pocas, que se sienten frustradas, avergonzadas, hartas de vivir, incluso en algún caso, con cara casi de pedirle perdón al cliente por dedicarse a lo que se dedican. Es muy triste jod…!. Hay que cambiar el chip ya!.